Zidane se movía con la prestancia de un torero. Con deslumbrante maestría y elegancia innata, él orquestaba el juego con pasión desbordante. Sus pases eran de una perfección pasmosa, como pinceladas magistrales https://ronaldsglg633772.creacionblog.com/38388280/qué-motivó-el-gesto-de-zidane-en-2006